Con una sonrisa en los labios, gesto amable y educado nos invitó a conocer su atelier ubicado en Achumani, donde se aprecian los diseños elegantes que combinan un estilo francés con materiales bolivianos. Aquí reciben a sus clientes los diseñadores Jean- François García y Erika Aliaga, quienes se convirtieron en felices padres de Mauro hace 4 años.
El diseñador francés confesó que su interés por la moda boliviana nació del encuentro que tuvo con los materiales andinos, que fueron su fuente de inspiración para crear una línea exclusiva de prendas que combinan el diseño vanguardista y de alta costura europeo con las connotaciones andinas.
“El interés por la moda boliviana nace hace 6 años, cuando llegué al país y tuve contacto con materiales andinos como baby alpaca, cuero, aguayo y bayeta. Y al conocer el trabajo de los artesanos, sastres y zapateros, quienes elaboran joyas, trajes, carteras y calzados, surge la idea de crear una propuesta alternativa, con un diseño original que fusione la cultura francesa con la boliviana”, afirma García.
Raza de Bronce es el nombre con el que los jóvenes diseñadores identifican esta novedosa propuesta en prendas y accesorios originales. El nombre fue tomado de la obra del autor boliviano Alcides Arguedas, quien habla de la condición indígena, de esa forma se buscó rendir un tributo al trabajo de los hábiles artesanos bolivianos.
“Hasta el momento se han presentado cuatro colecciones de invierno, pero queremos inscribirnos en el círculo de la virtud sacando una por año. Nos diferenciamos en el mercado externo por nuestros diseños exóticos en baby alpaca, cuero y aguayo. Así como nuestra confección y fino acabado”, dijo García.
Mientras se desarrolla la entrevista ingresa en escena un hermoso pequeño, quien saluda y de inmediato se sube en las rodillas de su padre para conocer el motivo de la conversación. La mirada de su padre lo sigue desde que llega, enseguida lo toma entre sus brazos amorosamente para explicarle el motivo de la visita.
LA PATERNIDAD
Conocimos otro aspecto de la vida personal del diseñador: la paternidad y cómo logra combinar este rol con su actividad en el diseño. Si bien la moda estuvo inmersa desde su niñez en Francia, en esta nueva etapa, la paternidad le inspira a crear, en un futuro, prendas para niños.
“Ser papá es la más grande felicidad en mi vida y a la vez una gran responsabilidad. Erika y yo elegimos el nombre de nuestro hijo Mauro Milán, el primero lo puso mi esposa, porque ella había trabajado muy arduamente durante estos nueve meses y yo le puse el segundo, porque así lo había decidido”, recuerda emocionado el diseñador.
García considera que el mejor regalo que un padre brinda a su hijo es su tiempo y aprovechar lo más que pueda con él, porque ellos crecerán muy rápido. “Yo tengo esta oportunidad, porque soy un profesional independiente, escojo mi tiempo y puedo pasar más horas con mi hijo. En mi vida en Francia esto hubiera sido difícil, por ese motivo estoy muy feliz de compartir estos momentos con él”, señaló.
Al ser consultado sobre cuál es el mayor legado que un padre puede dejar a sus hijos, Jean-François piensa que es brindarle las armas necesarias, para defenderse en la vida, así como la educación, valores y respeto a los demás, aspectos que considera fundamentales para alcanzar la felicidad.
“Voy paso a paso con él, hay buenas y malas sorpresas que como padre tengo que enfrentar. Por ejemplo: Mauro ingresó en la escuela este año y a veces no se comporta muy bien y tenemos que hablarle, para que entienda lo que sucede. A su edad tampoco es fácil hacerlo, pero debemos ir a su ritmo y ver la mejor manera de que nos escuche”, cuenta el dichoso padre.
El diseñador no cambiaría por nada esta experiencia y piensa que tal vez en el futuro podría darle un hermanito a su primogénito. También coincide en afirmar que se debe buscar un equilibrio entre lo permisivo y rígido, darle confianza e independencia, cuando hace las cosas bien y dejar que tome sus propias iniciativas.
A su corta edad, el pequeño Mauro asegura que su papá es bueno, le gusta que le lea cuentos antes de dormir, además disfruta de su compañía cuando lo lleva al parque para jugar con sus amiguitas y cuando están juntos en la cocina le prepara su postre favorito.
