Smoking negro, solapas de raso, moño o pajarita sobre la impecable camisa blanca. (Alguien diría: ¡Parece increíble que un simple pedazo de tela atado al cuello marque tanta diferencia!). Pero es evidente que la clásica estampa descrita al principio de este artículo denota elegancia y buen gusto para una gala. No obstante, en la última temporada, los varones con una personalidad más segura y conscientes del peso que tiene su imagen tanto a la hora de la conquista, así como en el ámbito laboral, están llevando las pajaritas a las calles con una imagen entre divertida, urbana y juvenil, definitivamente original: lunares, rayas, color entero o texturas y diseños inverosímiles, son solo algunas de las múltiples posibilidades.
Para quienes optan por las corbatas, estas serán difícilmente desplazadas pues sus posibilidades también son inagotables y las combinaciones impredecibles; su sola presencia nos comunica de inmediato sobriedad, elegancia, formalidad y profesionalismo. Paralelamente, cobra fuerza el uso del corbatón en los grandes eventos diurnos o nocturnos en los que sus dimensiones más anchas y voluminosas que una corbata toman protagonismo, especialmente si se acompañan con un chaleco entallado.
La elección de estos tres accesorios que brindan elegancia al look masculino dependerá de con qué los usemos, cómo es nuestra personalidad y el evento para el que nos vestimos, tema que prometemos abordar en una próxima entrega.
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