“Es un personaje emblemático para lucir un terno. Sabe mucho de esta prenda y esto nos ayuda a dar el máximo de nosotros para cumplir con el corte y la confección del mejor acabado”, explica el francés que se quedó en Bolivia enamorado de la tierra y de su esposa Érika Aliaga, con quien trabaja desde el 2009, inicialmente en tiendas y hoy en un showroom taller.
Raza de Bronce se ha hecho conocida por su particular forma de mezclar la alpaca bebé con cueros o aguayo. “Tiene un estilo europeo que trabaja con materiales nativos de Sudamérica, resultando una interesante fusión”. Sin embargo, en los ternos clásicos, el trabajo es diferente porque hay que respetar los códigos propios de este tipo de trajes. “Claro que hicimos ternos con detalles de aguayo o de cuero, pero creemos que también podemos aplicar en un ámbito clásico las características que en Europa hacen que un terno sea tendencia”, comenta el diseñador que ha creado, en 2011, una boutique online, especialmente para clientes europeos.
Todas las prendas de esta colección masculina están hechas en casimires exclusivos en lana Súper 120, “lana australiana hilada en Italia y disponible en un abanico de colores y texturas, suficiente para realizar una gran variedad de propuestas”.
Cada prenda es creada exclusivamente y más si el interesado lo pide. “El trabajo del diseñador consiste en asesorar al cliente en cuanto a corte, tomando en cuenta su anatomía, escogiendo un corte general para luego proponer una serie de trucos que harán el diseño más personalizado”.
Este trabajo lo hacen sastres que interpretan y realizan los tipos de cortes en las reglas del arte, trabajando la mayor parte del tiempo a mano para que la prenda sea de alta calidad y con acabados finos.
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